DEFINICIÓN
Este proceso constituye el
primer paso en el proceso cognitivo ya que nos informa sobre el entorno, algo
sin lo que no podríamos sobrevivir. La sensación es un proceso neurológico que se produce cuando un órgano
sensorial es alterado por un estímulo y que nos permite informarnos de ciertas
características del entorno (sonidos, olores, formas…) y del propio organismo
(dolor, equilibrio, movimiento…) sin que aún esas informaciones hayan
sido elaboradas y tengan un significado (esto sucede con la percepción).
Una vía neurológica es un órgano
sensorial que tiene la capacidad de reaccionar a alguna forma de energía, este
es un canal de información que detecta los estímulos físicos y los transmite al
cerebro, en ejemplo de este es el ojo.
Cuando se habla de un estimulo
se dice que es cualquier energía física, mecánica, térmica, química o electromagnética
que excita o activa un órgano sensorial; un ejemplo de este es la luz.
Los estímulos no tienen la
capacidad de transmitir una imagen completa y fiable de la realidad, pues no
capta toda la variedad de formas de energías que existen en ellas y las que se
logran captar solo lo hacen si alcanzan determinados umbrales.
Umbrales Sensoriales:
El ser humano recibe estímulos
pero de forma limitada, es decir no se puede tener sensación de todo, hay cosas
que no se pueden ver como la luz infrarroja, o lo que no se puede oír, como los
ultrasonidos.
Umbral absoluto: es la cantidad mínima de estimulo que necesita el ser humano para darse cuenta de algo (umbral
inferior) y también la cantidad máxima de estímulo que podemos recibir (es
decir, el límite superior por encima del cual no podemos tener más
sensaciones). Este no solo depende de la intensidad del estimulo, sino del
estado psicológico de la persona.
Umbral diferencial: es la intensidad necesaria del estimulo para
diferenciar el incremento o disminución ante un estimulo previo. “Podemos detectar cambios muy pequeños en la
temperatura y en la altura tonal de los sonidos, pero somos menos sensibles en
los olores o los cambios de volumen. Cuanto más pequeño sea el cambio que
podemos detectar, mayor es nuestra sensibilidad”.
Clasificación de los órganos sensoriales:
Visión:
la mayor parte de la información que se adquiere del mundo exterior es por
medio de la visión, la visión es el sentido humano dominante, esta se inicia cuando las células receptoras de
la retina, situada en la parte posterior del globo ocular, son estimuladas por
energía electromagnética en forma de ondas luminosas; sólo se percibe las que
tienen unas determinadas amplitudes, aquellas longitudes de onda comprendidas
entre los 400 y los 700 nanómetros.
Oído: Los
seres humanos oyen sonidos comprendidos entre 20 y 20.000 Hz (vibraciones por
segundo). Este sentido es fundamental para la comunicación por medio del
lenguaje, la sensibilidad auditiva del oído corresponde a la frecuencia de la
voz humana, el ser humano es muy sensible a las diferencias de los sonidos y se
tiene la capacidad de diferenciar entre millares de voces humanas.
“Los sonidos son vibraciones del aire. Esas vibraciones llegan al oído
interno, en particular a la cóclea, que
está llena de líquido y contiene células ciliares, células nerviosas que
reaccionan y envían la información a través del nervio auditivo a los lóbulos
temporales del cerebro donde se procesa”.
Gusto: “El gusto es un sentido de carácter químico,
que nos permite percibir muy pocos sabores. Básicamente son sólo cuatro: dulce,
salado, ácido y amargo. La riqueza de sabores se consigue combinando estos
cuatro con el olfato”. Este órgano sensorial se compone de células nerviosas llamadas papilas gustativas, que recubren la
superficie de la lengua; cuando estas se estimulan se genera un impulso
nervioso que es conducido al cerebro, exactamente al lóbulo temporal donde se
procesa la información.
Olfato: “Es otro sentido químico que se estimula con sustancias que contienen
moléculas susceptibles de volatizarse o difundir partículas microscópicas en el
aire. Por eso no podemos oler la piedra, el vidrio o el acero, que no evaporan
nada cuando están a la temperatura ambiental”.
Tacto: “En general, nuestra sociedad inhibe el tacto porque lo asocia al
interés sexual, aunque el afecto no es lo mismo que el sexo. Percibimos las
distintas sensaciones táctiles a través de la piel. La sensibilidad de la piel
es muy alta en partes del cuerpo que exploran el mundo de manera directa: las
manos y los dedos, los labios y la lengua”.
Referencias bibliográficas:
https://nocturnoginer.files.wordpress.com/2009/09/unidad-10-la-capacidad-humana-de-conocer-sensacion-y-percepcion1.doc